Una nueva mirada en la mediación pedagógica al encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos

Universidad Nacional: Una nueva mirada en la mediación pedagógica al 238 Nuevos cómplices Se estremece el cuerpo, vibra el corazón, el alma vuela por los senderos de la conciencia, esa voz interna derrama la llama que enciende la vida, tu vida, sale silenciosa al exterior, ella sabe que hoy tendrá nuevos cómplices. Inspiración maravillosa de ese ser que trasciende fronteras. Deja huellas y escribe nuevas historias… su expresividad infinita tocó a los seres. 2 1. Introducción Esos seres inquietos, desafiantes, con capacidad para propiciar la construcción de nuevos escenarios pedagógicos. Donde exista una conexión cósmica entre mediadores y aprendientes comprometidos diariamente, generando experiencias para verdaderas comunidades de aprendizaje, dispuestas a eclosionar y aprender, para reencantar la educación. Esto implica generar espacios, donde las personas participantes cimenten esperanzas para un futuro prometedor; además, se sientan aceptados y queridos para poder hablar con seguridad, cuando algo les inquieta. Para Gutiérrez (2003), el aprendiente en un ambiente de goce, se siente vivo, creativo, genera respuestas originales, se divierte, juega, goza, porque según el autor, aprender es querer, compartir y dar sentido a lo que se hace. Sin embargo, hoy en los diferentes escenarios de aprendizaje sea prescolar, primaria, secundaria y universitaria entre otros, el tema latente es el fenómeno de la violencia y las conductas disruptivas, poniendo de relieve la importancia del profesorado; así como, el papel del alumnado y su historia de vida, la cual afecta la sana convivencia y el desarrollo integral. Desde esa dinámica de convivencia, es posible ver, sentir y percibir estudiantes que son capaces de dar afecto, seguridad, confianza, autonomía y, que tienen la capacidad natural, para interactuar placenteramente a pesar de las circunstancias que les afectan directa o indirectamente su estilo de vida. En este sentido, la tarea del proceso educativo es detectar si realmente en las instituciones, se lucha, para que se den aprendizajes significativos o válidos, donde los niños y las niñas logren desarrollar experiencias de éxito, que les permitan recordar acciones positivas, ya que, si sufren fracasos y reacciones negativas su interés disminuye. Por estas razones, es que urge primordialmente, realizar un cambio de paradigma para alcanzar una gestión de convivencia de calidad, que incluya a toda la comunidad del entorno educativo, ya sea: la familia, la escuela, el profesorado, los espacios para la investigación y el registro de acontecimientos. Para reforzar lo dicho, Friet Robert (2004), menciona que es urgente que los niños y las niñas recuperen la fascinación por aprender, que la conserven a lo largo de la vida, porque esta les va a permitir disfrutar del conocimiento y, a empoderarse, para que cuando lleguen a la edad adulta sean seres íntegros. Según este autor, el ímpetu innato que traen los niños y las niñas por aprender se ve amenazado al ingresar al sistema escolar, ya que, aún existen docentes enmarcados en el viejo paradigma de autoritarismo y control. 2 El poema es la autora Margot Miranda Rosales.

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