Una nueva mirada en la mediación pedagógica al encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos

encuentro con el sentido del aprendizaje en los procesos educativos 101 al contrario, deben ser tomados en cuenta, para dirigir por el camino correcto a nuestros y nuestras estudiantes, y lograr, que lleguen a ser las y los ciudadanos de esa nueva comunidad añorada. d. Las estrategias empleadas: Cuando se refiere a las estrategias, viene a la memoria todos aquellos mecanismos que se ponen en práctica para adquirir un nuevo conocimiento, cualquiera que sea este. Las estrategias didácticas que emplea una o un educador deben comprender todos aquellos recursos educativos que se usan en el aula, para las actividades individuales o grupales; además, estos materiales, así como las distintas herramientas complementarias que se utilizan, para reforzar el proceso de enseñanza y aprendizaje, deben ser del agrado del aprendiente. Es importante que ningún docente omita los detalles expuestos anteriormente, pues su rol, tiene que garantizar un proceso de mediación eficaz. En este sentido, el o la docente debe estimular, y al mismo tiempo, aceptar la iniciativa y la autonomía del o la estudiante. El papel del o la docente debe ser de moderador/a, coordinador/a, orientado/a, facilitador/a, mediador/a, amigo/a, y al mismo tiempo, participativo, es decir, que logre contextualizar las distintas actividades del proceso de enseñanza y aprendizaje. El o la docente es el responsable directo de crear un clima afectivo, armónico, de mutua confianza entre él/ella, y, el discente, partiendo siempre de la situación en que se encuentra el alumno mediante la valoración de los intereses de este y de sus diferencias individuales. Además, debe ser conocedor de sus necesidades evolutivas, y de los estímulos que reciba de los contextos donde se relaciona: familiares, educativos, sociales. El o la docente deben convertirse en un ser que provoque aprendizajes en la o el alumno, es el encargado de diseñar estrategias en las que se generen situaciones que favorezcan el aprendizaje significativo. El proceso educativo ha de orientarse a la búsqueda, al descubrimiento y al desarrollo de la curiosidad y de la creatividad, promoviendo la sociabilidad, en un ambiente en donde el aprendiente pueda aprender a resolver conflictos con facilidad, y, a buscar soluciones, al momento de interactuar con un grupo de personas. Toda esta situación, en la que el o la facilitadora y el alumnado son agentes activos, en el proceso de enseñanza y aprendizaje, es lo que se busca y se propone, actualmente, en la educación. En el acto educativo, el o la docente tienen como tarea primordial el incentivar y persuadir a los aprendientes, en medio de experiencias placenteras. Aquí, el aprendiente aprende utilizando los sentidos, con todo su ser, en ambientes preparados para el gozo y la felicidad por aprender. El o la facilitadora que logre establecer una relación con sus alumnos/as, desde una posición natural y personal, estará en mejores condiciones de establecer un lazo comunicativo sano, así como, una buena relación de asesoría académica y personal. Según, Hugo Assman (2002),

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